Tertulia Terminalera (final)
Al principio de las reuniones había un interés muy concreto por el acceso online a bases de datos. Había poca información y muy dispersa. En aquella época se crearon muchos hosts (distribuidores de bases de datos online) que había que conocer y aprender con gran esfuerzo, pues usaban lenguajes de órdenes distintos. Las telecomunicaciones para acceder a dichos hosts eran un verdadero drama debido al mal servicio del monopolio de la Compañía Telefónica Nacional de España. La Tertulia era casi el único lugar donde aprender --uno se enteraba de una cosa, otro de otra-, aparte de los cursos que organizaba el Consorci d'Informació i Documentació de Catalunya.
Con el tiempo los encargados del servicio de teledocumentación de cada institución fueron aprendiendo el oficio y no les era tan necesario acudir a las reuniones. Más tarde el interés de los documentalistas se tuvo que diversificar con la llegada de los cd-roms (el estándar Yellow Book del cd-rom se publicó en 1988) y luego internet. También se produjo un cambio en la situación personal de los asistentes: en la decena de años transcurridos muchos se casaron, tenían más deberes familiares, ya nadie se quedaba a la cena posterior a la tertulia...